Warashibe Chōja “El millonario de paja”

Hace mucho tiempo vivía un hombre honesto pero desafortunado, llamado Yosaku, él era pobre y no tenía una granja propia. Vagaba de aldea en aldea ayudando a otros granjeros y viviendo de las verduras que le daban por su esfuerzo.

Entonces, un día fatídico, cuando no había comido ni bebido y las cosas parecían sombrías, rezó a Kannon, el Dios de la misericordia y dijo: “Kannon, Dios de la misericordia, esta es la primera vez que te estoy rezando. Hasta ahora, he trabajado duro pero mientras más duro trabajo, las peores cosas resultan. ¿Podrías darme un poco? ¿Un poco de suerte?”. Cuando llegó la noche Kannon apareció al lado de Yosaku y le dijo: “Yosaku, eres un hombre admirable. Por muy pobre que seas, nunca te quejas y ayudas a la gente por el salario más bajo. Voy a brindarte una vida feliz. Mañana, cuando salgas de este templo, te caerás y agarrarás algo. Toma ese algo y ve hacia el oeste “.

Al día siguiente, mientras Yosaku se dirigía al trabajo, tropezó con una piedra en el borde de la carretera y se cayó. Cuando se levantó, se encontró sosteniendo un tallo de paja. “Me pregunto si esto es lo que Kannon me dijo que agarrara. ¿Cómo me hará feliz?”. Perplejo, siguió caminando hacia el oeste.

De pronto, un tábano pasó volando y comenzó a zumbar alrededor del rostro de Yosaku, por lo que él tomó el tábano y lo amarró a su tallo de paja y siguió caminando. Cuando llegó a la ciudad, un niño vió el peculiar objeto con el tábano que tenía Yosaku y no dejó de llorar hasta que éste se lo regaló, a cambió, la madre del niño le regaló tres naranjas, Yosaku las tomó y continuó caminando hacia el oeste.

De repente, se encontró con una mujer a lado de la carretera que le dijo: “Oh, hace calor. ¡Tengo tanta sed que creo que me voy a desmayar! Por favor, dame un poco de agua”, así que decidió regalarle las naranjas que le había dado la madre del niño. La mujer se recuperó y el hombre recibió una hermosa tela de seda de ella, la tomó y volvió a partir hacia el oeste.

Después de caminar un rato, se encontró con un samurai con un caballo enfermo el cual le propuso un intercambio para el caballo. El samurai tomó la tela y se dirigió hacia el este mientras el hombre cuidaba al caballo toda la noche. Al amanecer, el caballo estaba bien. El hombre tomó el caballo y se dirigió hacia el oeste.

Pronto llegó a la ciudad cerca del castillo donde un hombre rico vio el caballo que el hombre cuidaba y comenzó a desearlo. El hombre rico lo invitó a su casa. Cuando llegaron a la casa, una joven les trajo té a los dos hombres. La joven, hija del hombre rico, no era otra que la joven del lado del camino. El hombre rico quedó profundamente impresionado por la amabilidad del hombre y el destino notable de su reunión y les dió la bendición para su matrimonio. El hombre cumplió las órdenes de Kannon exactamente como le dijeron y con solo una reserva de paja, se convirtió en un hombre rico. A lo largo de su vida, él nunca quiere paja dañada, ni siquiera una acción, y la gente del pueblo lo llamó el Millonario de Paja.

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