La isla de Okishima es la única isla habitada dentro del lago Biwa, el lago de agua dulce más grande de Japón. Y uno de los lagos más antiguos del mundo al haberse formado hace unos cuatro o cinco millones de años. También es una de las islas felinas del país. Los felinos peludos que deambulan por la orilla del lago suelen estar felices de recibir a cualquier visitante que llegue a tierra.
La isla está tan llena de gatos que a veces se la llama la “Ciudad de los gatos”. Puede esperar encontrar a los gatos descansando en los muelles o comiendo un pescado que han sacado del “Mar Interior”. La isla se encuentra a unos 1,5 kilómetros de la orilla oriental del lago en Ōmihachiman, prefectura de Shiga. Los ferries desde el puerto de Horikiri tardan 10 minutos en llegar al puerto pesquero en el lado suroeste de Okishima.
Historia
Su historia se remonta al menos a mediados del siglo XII cuando, según informes, siete soldados supervivientes de un ejército derrotado hicieron de la isla su hogar. De estos siete descendieron muchos de los residentes de menos de 500 habitantes de la isla, muchos de los cuales aún comparten el mismo apellido de estos soldados.
Administrada por la ciudad de Omi Hachiman, la isla no tiene atracciones turísticas, pero sin embargo ha llamado la atención por su estilo de vida básico, saludable y de ritmo lento.
La mayoría de los residentes dependen de su pequeña industria pesquera para obtener ingresos. La isla tiene un puerto pesquero, un almacén de artes de pesca, un pequeño astillero de construcción naval y plantas donde se cuece la pesca local para hacer conservas para la venta. Casi siete de cada diez isleños se ganan la vida cosechando lo que ofrece el lago: pescado dulce, cachos, anguilas, etc. También hay un santuario sintoísta, una escuela primaria, un pocos restaurantes y una oficina de correos. Muchos residentes viajan diariamente a escuelas o trabajos fuera de la isla.
Atracciones estacionales
A pesar de no contar con atracciones turisticas como tal, la isla ofrece atracciones estacionales. Por ejemplo, en primavera, los visitantes pueden admirar hileras de arboles de cerezos a lo largo de la costa. Así como degustar platos regionales como el chirashizushi hecho con trucha Biwa y donburi , verduras de temporada y pescado servido sobre arroz, en el Festival anual de Sakura de la isla.
Durante los cálidos meses de verano, los turistas pueden disfrutar de un respiro del calor tomando un tranquilo crucero por el lago Biwa. La compañía de ferry local también se une a la pesquería de la isla en un recorrido en bote que incluye la oportunidad de hacer funazushi. Los visitantes de otoño pueden saborear el follaje otoñal mientras las muchas áreas boscosas de la isla adquieren impresionantes tonos estacionales.
Además, en la cima de la colina cerca del puerto se encuentra el Santuario Okitsushima establecido por el Clan Fujiwara y la deidad de este lugar sirve como guardiana de esta isla. Desde este punto se puede observar una bonita vista del pueblo.
La isla tiene algunas carreteras pavimentadas y muchos senderos estrechos y sinuosos conectados a cada residencia. La población de la isla ha ido disminuyendo debido a la caída de las ventas de la industria pesquera local. Ahora la isla está ganando gradualmente atención para el turismo. Las bellas vistas que verás en esta isla seguramente te atraerán con una experiencia única de explorar a través de una atmósfera exótica que nunca podrá encontrar en ningún otro lugar de Japón. ¿Te gustaría visitar este tranquilo lugar?
