La duna de arena de Tottori es un lugar imprescindible para cualquier visitante de Tottori. Situada en el corazón del parque nacional San’in Kaigan, designado como parque nacional en 1963, que tiene diversas características geomorfológicas y geológicas.
Las dunas se extienden 2,4 km de norte a sur y 16 km de este a oeste, es una de las dunas de arena costeras más finas del país. Las ondas barridas en la arena por los vientos del Mar de Japón son un deleite constante para los visitantes. La pequeña colina conocida como Umanose (‘el lomo del caballo’) ofrece un panorama pintoresco del océano.
Las dunas de Tottori o Tottori Sakyu, se formaron hace más de 100,000 años. Cuando la arena transportada por el cercano río Sendai se arrojó al mar. Fuertes vientos y una fuerte corriente depositaron la arena a lo largo de la costa, creando un oasis en el desierto de Japón.
Especialmente, las dunas de Tottori también fueron designadas como un tesoro natural nacional que está siendo evaluado como científicamente valioso, debido a su ondulación como una duna costera, características geográficas únicas y comunidades de plantas propias de las dunas, incluidas las ondas del viento, Saren (patrón de rayas en la arena), postes de arena y árbol casto de hoja redonda (vitex rotundifolia).
¿Qué hacer en las dunas de Tottori?
Para muchos, quizá un par de horas por las dunas más grandes puede ser más que suficiente para maravillarse, disfrutar del paisaje y sacar fotos. No obstante, también hay otras actividades divertidas como hacer sandboarding o parapente.
Prueba a dar un relajado paseo por las dunas a lomos de uno de sus famosos camellos o sube hasta el mirador de la oficina de turismo para disfrutar de unas vistas sensacionales de la costa. No te pierdas el Museo de Arena, donde puedes aprender mucho más sobre la geología y ecología de esta zona tan especial.
También se puede visitar el oasis que se forma en este maravilloso lugar. El cual es una gran piscina que aparece alrededor de la colina Umanose. El agua puede tener un metro de profundidad en invierno o desaparecer por completo en verano, como si fuera un ser vivo. En un día despejado, su superficie refleja el cielo azul, creando una vista magnífica.
Y a pocos pasos de las dunas, se encuentra el museo de arena, un museo único que exhibe grandes esculturas de arena de artistas de todo el mundo.
¿Qué te parece? ¿Te imaginabas que un lugar así existiera en Japón?