El cuento de la princesa Kaguya es uno de los más populares de Japón, es acerca de un viejo cortador de bambú que un día trabajando en el bosque se encuentra una bebé dentro de un brillante tallo de bambú. Al no tener hijos propios, decide llevársela a casa con su esposa para criarla juntos como si fuera suya pero al poco tiempo se dan cuenta que la niña tiene poderes mágicos y trae a la familia fortuna sin precedentes y riqueza para el que era al principio un humilde matrimonio.
La niña crece convirtiéndose en una mujer muy hermosa, amable e inteligente, tan bella era que cinco príncipes incluyendo el emperador de Japón que se había enamorado de ella a primera vista, llamaban a la puerta del viejo cortador de bambú para pedir la mano de su hija en matrimonio pero ella sólo los rechazaba dándoles tareas imposibles de realizar diciendo que el primero que llevara a cabo la tarea asignada sería el príncipe con el que se casaría pero, como era de esperarse, ninguno de ellos logró con éxito las difíciles tareas de la princesa Kaguya.
El cortador de bambú y su esposa comenzaron a notar que Kaguya se pasaba mucho tiempo mirando la luna con lagrimas en los ojos, lo que les revelaba que la princesa había venido de la luna y toda la riqueza que tenían había sido el pago por haber cuidado de ella. Cuando llegó el momento para Kaguya de regresar a la luna le dio regalos a sus padres y a sus amigos incluyendo al emperador, al cual le dio una carta y una pequeña porción del elixir de la vida.
Sus padres adoptivos tenían el corazón roto por su partida y enfermaron después de que la princesa se fue, mientras tanto el emperador que también sufría por la partida de Kaguya mandó a sus guardias a quemar en lo más alto del monte Fuji los regalos que le había dado la princesa ya que no deseaba el elixir de la vida, al fin y al cabo la inmortalidad no significaba nada sin ella. Desde entonces cuando hay humo saliendo de dicho monte, se dice que es la carta de la princesa que hasta ahora se sigue quemando.
