Las campanas de viento japonesas se llaman Furin; “Fu” es viento y “rin” es campana en japonés. La campana de viento Furin es particularmente hermosa y son un símbolo del verano en Japón. Las campanas se cuelgan afuera o cerca de las ventanas y la gente disfruta de los sonidos relajantes que hacen cuando sopla el viento.
Un carillón de viento consiste en un exterior en forma de cuenco, el zetsu (badajo) en el interior que produce el sonido y una tira de papel que cuelga del zetsu. Con solo estas tres partes, un furin emite el hermoso sonido que recuerda al verano.
Historia del Fūrin
Fueron originalmente una herramienta de adivinación en China. Los chinos colgaron una campana en el bosque de bambú e hicieron predicciones basadas en la dirección del viento y su sonido. Los japoneses creían que no les pasaría nada desafortunado a quienes vivieran al alcance del oído de una campana de viento.
Durante el período del siglo XII al XVII, las ciudades y pueblos sufrieron epidemias de peste. Solo las familias nobles y samuráis podían colgar campanas de viento debajo de las esquinas de sus techos para protegerse, porque estaban hechas con bronce fosforoso y eran muy caras.
Se hacían antiguamente de bronce. Sin embargo, en el siglo XVIII, las técnicas de fabricación de vidrio se introdujeron desde Holanda y cambiaron la apariencia del furin.
Como antes mencionado, tradicionalmente el furin se usaba para alejar el mal y las epidemias, pero hoy en día la gente simplemente disfruta de su sonido claro durante los calurosos días de verano. Para algunas personas, el relajante sonido del furin y el sonido de las cigarras japonesas hacen que el calor del verano sea más llevadero.
Las campanas de viento de vidrio Edo son perfectas como adornos navideños y muy populares en Occidente. No solo los diseños se ajustan a la temporada, sino que el hermoso sonido también puede ser bastante alegre. ¿Qué te parece? ¿Pondrías esta artesanía japonesa en tu casa?